Aunque la legislación mexicana contempla la interrupción del embarazo cuando es producto de una violación, el 74 por ciento de las mujeres que se someten a un aborto en la capital de ese país arriesgan sus vidas al hacerlo en forma clandestina. Por ello, el Grupo de Información en Reproducción Elegida continúa su campaña informativa “El aborto por violación es legal”.
El 74 por ciento de las mujeres de clases media y baja que viven en la ciudad de México han recurrido a un aborto clandestino, al no saber que la interrupción de un embarazo provocado por una violación es completamente legal. El desconocimiento, unido a la falta de promoción de los derechos de las mujeres, o quizás el miedo al estigma, pueden ser algunos de los factores que inciden en esta dramática cifra.
La interrupción de un embarazo por violación es un derecho de la mujer mexicana de acuerdo con el Artículo 148 del Código Penal de la capital de ese país. La víctima debe someterse a exámenes que acrediten la agresión sexual, y junto con recibir asistencia médica en los centros determinados para ello, tiene derecho a apoyo psicológico. Un sistema que funciona poco, es cierto, pero que por lo menos está contemplado como un derecho. Sin embargo y sobre todo en los últimos años, grupos ultraconservadores han intentado revertir esta situación, presionando una reforma al Código Penal, que penalice cualquier tipo de interrupción de embarazo. Hasta ahora, no han tenido éxito.
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